domingo, 23 de marzo de 2008

Sin destinatario

El cartero ese día sentía un dolor punzante que comenzaba en los ojos y terminaba por taladrarle la cabeza.. llevaba días con él, sin embargo no se revisaba la vista, eso le tomaría al menos un día de trabajo, sin paga por supuesto.. así que seguiría esta jornada..

- Vaya.. otra carta sin destinatario.. sólo con la dirección... y con una letra ilegible.. -"ha de ser un médico" pensó para sí.. veamos.. 247.. o era 249? no.. eso era claro un 7.. lo sabía.. entregó la carta en manos de Doña Ana.. esa señora joven de la sonrisa amable y siguió su camino...

Doña Ana abrió la carta y comenzó a leer...


Coeur..

Algunas veces siento que te extraño, eso es cuando la noche se llena de perfume, un perfume que no alcanzo a reconocer, las margaritas nunca han tenido un olor definido y sin embargo creo que es por eso que te asocio a ese aroma.. por aquello de lo indefinido..

Algunas veces te busco entre los pliegues de la cama y la sábana revuelta se ríe de mis intentos, pero ella no ha podido ver cómo la luna descansa en tus hombros y como puedes eclipsar mis propios ojos cuando los tengo cerrados al sentir tu roce..

Algunas.. algunas veces, la memoria es el antídoto que doy al “día a día” para que calle sus labios y no me recuerde que aún estoy aquí, esperando encontrar alguna miga que me conduzca a tu almohada..
.
Algunas veces se cierran las compuertas de lo quieto y se apodera el caos de mis venas mas internas, entonces los torrentes se colapsan encima mío… es cuando me explico porqué despierto así… de sobresalto, creyendo que me ahogo..

Era mi llanto..


No necesitaba leer nada más.. simplemente tomó la carta.. la guardó en el sobre y salió de su casa con una maleta llena.. de su ropa..

alexa;)

miércoles, 19 de marzo de 2008

Tregua


Como bruma de tiempo enredada en los ojos,
como especia de aroma impregnada en los poros,
como sal que se anida en el quicio y la sien
se perfilan y acunan tus palabras y versos
como moldura exacta,
como borde inconcluso,
como huella de dermis,
confundida en mi piel.

Despereza la tarde bajo el sol de la luna,
se acojina el suspiro en la cama desnuda,
jugueteando en idiomas se acumula un poema
traduciendo el deseo en siluetas de seda
que con roces muy tenues,
con susurros de dientes,
con esperas y avances,
le dan rumbo a las piernas.

Y se inicia la huída del sentido y la ira,
la locura sacude las basuras del día,
se despierta la almohada de las noches en vela
como móvil de cuna de momentos y esperas
y se giran las ganas,
se deshace el mañana,
me vertebro a tu espalda
hoy… estamos en tregua.


alexa;)